Volvemos a Aranjuez, el encanto y la tranquilidad de sus jardines y después nos vamos a esas vías abandonadas de la vieja estación, esta vez acompañados de Paloma y Adrián, una bonita pareja que no dejaban de demostrarse su amor en cada rincón, y también tuvimos la compañía de sus dos pequeños peluditos muy simpáticos.